En 1969, antes de la publicación de "Hot Buttered Soul", ISAAC HAYES ya era uno de los personajes más importantes del género, aunque su nombre permaneciese ajeno a los focos, escrito en la letra pequeña de los créditos de los singles. Se trataba de uno de los productores y compositores "residentes" de Stax Records, y por ello uno de los responsables máximos en la sombra de la creación del "southern soul". Junto a David Porter había alimentado de hits de la talla de "I Take What I Want", "Hold On I´M Coming", "Soul Man" o "I Thank You" a estrellas como Sam & Dave, Johnnie Taylor, Carla Thomas...etc. Su voz más escasa que la de los grandes vocalistas de los que disfrutaba la casa y su particular aspecto no encajaban con el prototipo de figura pública y de "show-man" que, en principio, se necesitaba para tener una carrera propia. Pero su talento y olfato para componer éxitos le convirtieron poco a poco en un personaje muy poderoso dentro de la artesanal estructura de la Stax. Para finales de los años sesenta tanto él mismo como la propia Stax habían cubierto una brillantísima etapa, repleta de éxitos comerciales, pero la fórmula comenzaba a agotarse y quedarse anticuada.
Finalmente en el año 1968, con "The Isaac Hayes Movement" realiza su primer disco en solitario, que resulta completamente ignorado por las listas de ventas. Al año siguiente insiste con este segundo y ambicioso álbum, probablemente para su propio divertimento y para experimentar con elementos que en su trabajo de escritor y productor de plantilla le resultaban vedados. Graba un disco aparentemente poco comercial, con tan sólo cuatro canciones repartiéndose los 40 minutos de metraje. En su portada "Hot Buttered Soul" exhibe orgulloso la peculiar imagen de Hayes, con esa calva prominente que probablemente vetó su carrera de cantante en un principio. Y para poder ofrecer algo interesante partiendo de sus características, en ningún momento se aferra a su peculiar voz, que por el contrario sí es utilizada y dosificada con inteligencia y técnica
para sobreponerse a sus limitaciones. La apuesta de Hayes es por un sonido atmosférico y "progresivo", orquestado con cuerdas y con largos desarrollos instrumentales, algunos de hasta veinte minutos.
Un precedente claro de su trabajo como rey de la banda sonora de Blaxplotation en los setenta.
Pero de algún modo, aparentemente inexplicable, este álbum absolutamente ajeno a la búsqueda de hit-singles se convierte en un completo éxito de ventas. Y se considera, de hecho, el disco que hizo saltar el "soul" de la "era de los singles a la era de los L.P´s".
2. Hyperbolicsyllablicsesquedalymistic
3. One Woman
4. By the Time I Get to Phoenix
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